Triatoma garciabesi
(Carcavallo, Cichero, Martínez, Prosen & Ronderos, 1967)
Triatoma sordida
(Stål, 1859)
Triatoma garciabesi-Triatoma sordida
Son dos especies que tienen importancia epidemiológica en Argentina, ya que predominan en ambientes cercanos a la vivienda y son dos de los vectores más importantes del Trypanosoma cruzi. Se las describe juntas ya que, tanto su clasificación taxonómica como sus distribuciones geográficas, están actualmente en debate. Sumado a eso, en el año 2020 se ha descrito una nueva especie (Triatoma rosai), que se propone como reemplazo de T. sordida en nuestro país, lo que hace que sea aún más compleja la situación de estas dos especies.
Distribución geográfica
Debido a que su clasificación taxonómica está actualmente en debate, la delimitación de sus distribuciones geográficas en Argentina requieren consideración. Por un lado, Triatoma garciabesi se reporta principalmente en la región noroeste (NOA) y en la región centro argentina. Por el otro lado, Triatoma sordida se reporta principalmente en la región noreste (NEA) argentina, extendiendo su distribución a países limítrofes como Bolivia, Paraguay y Brasil. Los registros considerados como ‘Triatoma garciabesi – sordida’ corresponden a reportes provenientes de un área compartida por la distribución geográfica de ambas especies, que involucra el este de la provincia de Jujuy y la provincia de Salta, el noreste de la provincia de Santiago del Estero y el oeste de las provincias de Chaco y Formosa.
Hábitat
En relación a las presencias reportadas en el territorio argentino, se las puede clasificar principalmente como especies domiciliarias y especie peridomiciliaria, ya que se caracterizan por tener su ciclo de vida completo (adultos, ninfas y huevos) dentro de las viviendas, pero mantienen poblaciones pequeñas y han mostrado una reciente adaptación a la vivienda. El peridomicilio es el ambiente en el que predominan, ya que se las puede hallar desarrollando todo su ciclo de vida en corrales de cabras, de ovejas, de cerdos, de caballos, de vacas, junto a palomares o gallineros, a refugios de animales domésticos, a depósitos o galpones, y a pilas de materiales, ramas o leña. Su clasificación como especie silvestre se basa en que también se las puede encontrar asociadas a cortezas, troncos caídos, palmeras, cardones secos, nidos con presencia de aves (loros o furnáridos) o abandonados y ocupados por roedores que habitan en los árboles.